miércoles, 8 de septiembre de 2010

Como Poder sacar A los 33 Mineros de una Vez Por todas

El accidente en el yacimiento San José fue un derrumbe ocurrido el jueves 5 de agosto de 2010, que dejó atrapados a 33 mineros a 700 metros de profundidad[1] [2] en el yacimiento San José, ubicado a 45 km al norte de la ciudad chilena de Copiapó y propiedad de la compañía minera San Esteban.



Las labores de rescate comenzaron inmediatamente al día siguiente, mediante rescatistas que trabajaban bajando por una chimenea de ventilación. Un nuevo derrumbe se produjo en la tarde del sábado 7 de agosto, necesitando ahora maquinaria pesada para continuar con las labores de rescate.El domingo 22 de agosto, los mineros fueron encontrados con vida, y se estima que podrán salir de su encierro a fines del año 2010, tras tres o cuatro meses de trabajos de perforación de la roca.
 

Los familiares de los mineros atrapados a 700 metros de profundidad en una mina del norte de Chile conmemorarán un mes del accidente tocando bocinas a las 14H30 del domingo, y con el apoyo de un grupo de uruguayos que en 1972 sobrevivieron más de dos meses en los Andes tras un accidente aéreo.


"Todos vamos a tocar bocina y pitos a las 14H30" del domingo, explicó Elizabeth Segovia, hermana de Darío Segovia, uno de los 33 mineros que quedaron atrapados en el derrumbe del 5 de agosto en la mina San José, en el desierto de Atacama, 800 km al norte de Santiago.


Además de las múltiples muestras de solidaridad de ciudadanos chilenos y autoridades, los mineros recibieron este sábado el apoyo de cuatro uruguayos que en 1972 sobrevivieron bajo terribles condiciones en los Andes, y que visitaron el yacimiento para darle esperanza a los mineros y a sus familiares.




"Venimos por la necesidad de devolverle al pueblo chileno todo lo que nos dieron", dijo José Luis Inciarte, que llegó a San José junto a Gustavo Zerbino, Pedro Algorta y Ramón "Moncho" Sabella. "La cordillera está florecida (por la breve lluvia que cayó estos días en el desierto de Atacama) y eso es muy buen augurio", agregó.
Inciarte explicó que la experiencia vivida por ellos fue totalmente diferente a la de los mineros actualmente atrapados, pero que los une una cosa: "Esta gente está descubriendo la alegría de estar vivos, y de las ganas de sobrevivir".


Los cuatro uruguayos izaron una bandera de su país en uno de los cerros que rodean la mina, junto a 32 banderas de Chile y una de Bolivia, cada una representando la nacionalidad de los 33 mineros atrapados.


La experiencia de los uruguayos -que generó varios libros y filmes- volvió a ser recordada ante la odisea que están viviendo los mineros.


Un total de 16 jóvenes uruguayos sobrevivieron al accidente del 13 de octubre de 1972, cuando un avión se estrelló en la Cordillera de los Andes con 45 pasajeros, en su mayoría miembros de un equipo de rugby que viajaba a Santiago a jugar un partido, tras pasar 72 días en la montaña sin abrigo y alimentándose con los cuerpos de sus compañeros muertos.


Por su parte, Zerbino dijo que el presidente chileno Sebastián Piñera, quien recibió a los cuatro uruguayos en Santiago, les pidió que transmitieran un mensaje a los mineros: "El 18 de setiembre (fiesta nacional de Chile) los vamos a tener en mente, pero para Navidad vamos a festejar juntos".


Un miembro del equipo de rescate explicó a la AFP en la mina San José que los uruguayos "van a conversar con los familiares y con los mineros para darles su apoyo y explicarles su experiencia" de sobrevivencia en una situación extrema.


Las tareas de rescate continuaron este sábado y la perforación que realiza la máquina trata 950 para acceder al refugio y liberar al grupo de mineros avanzó un total de 42 metros, un metro más que el viernes, dijo este sábado el gerente de riesgos del equipo rescatista, René Aguilar.
Por otra parte, los mineros conversaron en privado con sus familiares, a través de un circuito cerrado de TV que los une con la superficie y que fue utilizado por primera vez este sábado, añadió un funcionario del equipo de rescate.


Los familiares pudieron ver a los mineros, aunque ellos no pudieron ver a sus parientes, explicó.
En las últimas semanas, la Cruz Roja ayudó a las familias de los mineros, ansiosas por tener noticias de ellos, a manejar conflictos surgidos de forma inesperada y colateral, como el de amantes de varios de ellos llegadas al lugar en busca de información.


Las amantes "ya se fueron para su casa y se tranquilizaron, bajaron y esperan que ellos salgan y solucionen por sí mismos sus problemas de falda", dijo Marta Flores, de la Cruz Roja Chilena.


Flores contó que también surgieron otros problemas familiares, como el de parientes -incluso hijos- que hacía mucho tiempo estaban alejados de los mineros y que ahora aparecían en la mina atraídos por el dinero que éstos van a recibir como indemnización.


Los 33 obreros quedaron atrapados 30 días atrás por un derrumbe en el yacimiento San José, donde trabajaban.


Recién 17 días después se logró establecer contacto con ellos a través de una sonda, confirmar que estaban todos vivos y empezar a comunicarse con ellos y enviarles alimentos, abrigo y otros elementos necesarios.



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